**Equipo FACTOS | Reportaje Especial**
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### **¿Por Qué Esto Importa?**
Este caso va más allá de un simple terreno. Muestra cómo el Estado debe equilibrar el respeto a instituciones históricas con la urgencia de solucionar el grave problema de la vivienda. En Chillán, se debate entre el orgullo por Bomberos y el derecho de familias trabajadoras a un hogar digno. La decisión final marcará un precedente sobre el uso eficiente de los bienes públicos para el bien común.
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### **La Noticia: El Estado Recupera Terreno Ocioso de Bomberos para Construir Viviendas**
**CHILLÁN.**– Un terreno de 1.500 metros cuadrados detrás del cuartel de la Primera Compañía de Bomberos es el centro de una polémica que mezcla emoción, historia y una dura necesidad social: la falta de viviendas.
La discusión pública se ha llenado de acusaciones de «despojo» contra Bomberos, una institución con más de 140 años de servicio en la ciudad. Sin embargo, los documentos oficiales cuentan una historia diferente. El Serviu de Ñuble recuperará solo la parte del terreno que la propia institución no ocupa para sus funciones esenciales y que hoy está subutilizada, incluso usada como estacionamiento de buses ajenos.
La clave está en la figura legal del «comodato», un préstamo de uso que el Estado otorgó a Bomberos en 2021 por cinco años. Este contrato no entrega la propiedad y es revocable si el terreno no se usa para el fin acordado. Una inspección técnica confirmó que, de los casi 3.700 m² prestados, Bomberos solo usa efectivamente unos 2.100 m² para su cuartel. Los 1.500 m² restantes, los que hoy están en disputa, permanecen sin uso bomberil.
El Serviu, actuando bajo la ley, decidió recuperar ese sector ocioso para destinarlo al «Programa DS1 para Trabajadores». Las familias beneficiadas, que incluyen a funcionarios públicos y privados, no reciben un regalo: deben pagar el terreno con su subsidio habitacional, aportando 100 UF.
Mientras tanto, el Serviu ha ofrecido a Bomberos una solución de fondo: traspasarle en propiedad definitiva el terreno donde sí está construido el cuartel, dándole así seguridad jurídica permanente. Además, les ha propuesto alternativas de terrenos en otros sectores de la ciudad para futuras expansiones.
El conflicto, por tanto, no es entre Bomberos y familias necesitadas, sino un esfuerzo del Estado por administrar con justicia el suelo fiscal, asegurando que cada metro cuadrado sirva a la comunidad, ya sea protegiendo su legado histórico o construyendo el hogar de quienes lo necesitan.