# Katherine Martorell: La sombra de Motorola que la persigue
## Por qué importa este caso
Este caso refleja cómo operan las redes de influencia entre el Estado y empresas. Los chilenos merecen saber si sus autoridades actúan con transparencia o aprovechan cargos públicos para beneficio personal. Cuando hay millones de pesos sin explicación, se erosiona la confianza en nuestras instituciones y en la lucha anticorrupción.
—
## La trama se complica: solicitan reabrir caso por pagos sospechosos a exsubsecretaria
**SANTIAGO.**- La controversia en torno a la exsubsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell, podría tener un nuevo capítulo. La empresa Pegasus pidió reabrir la investigación cerrada en julio por la Fiscalía Centro Norte, que había decidido no seguir con el caso de las 300 cámaras corporales de Motorola para Carabineros.
La querella alega que la investigación anterior dejó cabos sueltos. El fiscal Francisco Ledezma no habría revisado a fondo un informe contable clave sobre el periodo de Martorell como subsecretaria. Ese documento mostraría operaciones bancarias por más de 88 millones de pesos en su cuenta corriente, sin justificación clara.
Las cifras llaman la atención: según Pegasus, habría un depósito en efectivo de 60 millones de pesos y otros dos con cheques por 80 y 50 millones. La Fiscalía, a cargo de Xavier Armendáriz, cerró el caso después de cinco años, mientras Martorell insistía en su colaboración total, incluso entregando dispositivos y su secreto bancario.
Pero el 4 de agosto, Pegasus presentó una nueva petición ante el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago. Piden que la PDI entregue toda la información del celular de Martorell, que hasta ahora solo mostró fragmentos de conversaciones sospechosas con altos funcionarios. La posibilidad de que haya mensajes borrados pone en duda lo que se sabe del caso.
Otra pieza clave es el diálogo detectado entre Martorell y María Paz Epelman, entonces directora editorial de Chilevisión, donde hablaban de temas relacionados con Motorola. Por esto, ahora se pide que Epelman declare como testigo, lo que podría aclarar vínculos entre el mundo político y el privado.
El tribunal fijó una audiencia para el 3 de octubre, donde se discutirá si se reabre o no la investigación. En un momento donde la transparencia es fundamental, las dudas sobre el caso Motorola siguen vivas, dejando en el aire preguntas sobre cómo se maneja el poder en Chile.