**En exclusiva para FACTOS**
### ¿POR QUÉ IMPORTA ESTO?
La vida privada de los dictadores revela cómo el poder absoluto distorsiona la realidad. Estas rarezas no son anécdotas inocentes: muestran la mezcla peligrosa entre religión, superstición y autoridad. Entender estos detalles ayuda a desmitificar figuras históricas y comprender los excesos del poder sin control.
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### EL BRAZO SANTO EN LA CAMA DE FRANCO: LA HISTORIA MÁS INCREÍBLE DEL REGIMEN
**SANTIAGO.**- En los pasillos del poder franquista circulaban secretos que parecían sacados de una película de terror. El más insólito: Francisco Franco y su esposa Carmen Polo compartían su lecho matrimonial con una reliquia macabra: el brazo incorrupto de Santa Teresa de Jesús.
Esta práctica, confirmada por historiadores, mezclaba devoción religiosa con superstición pura. El dictador español creía que el miembro sagrado –robado de su urna durante la Guerra Civil– les traería protección divina. Mientras España sufría hambre y represión, la pareja dormía con un brazo de muerto entre ambas almohadas.
Pero los absurdos no terminaban ahí. Carmen Polo, conocida como «la Collares», tenía una obsesión igual de extravagante por las joyas. Dueña de una colección valuada en fortunas, la esposa del Caudillo desarrolló un método peculiar para aumentarla: visitaba joyerías elegantes y «elegía» piezas que nunca pagaba. Los dueños de los locales, aterrados por las represalias, jamás se atrevían a cobrarle.
Estos episodios pintan un retrato escalofriante: un régimen donde el miedo permitía todos los caprichos. Mientras Franco coleccionaba reliquias religiosas, su esposa acumulaba diamantes mediante extorsión disfrazada de elegancia. Dos caras de un mismo sistema corrupto, donde el poder no tenía límites ni en la intimidad del dormitorio.
Hoy, estas historias resurgen no como curiosidades, sino como advertencia. Demuestran cómo los regímenes autoritarios crean realidades paralelas donde todo se permite –desde profanar santos hasta robar descaradamente– cuando no hay frenos al poder.