**POR QUÉ ESTO IMPORTA**
Chile firmó el Acuerdo de Escazú para proteger a quienes defienden el medio ambiente. La desaparición de la dirigente mapuche Julia Chuñil y las amenazas a su familia muestran que el Estado aún falla en cumplir sus compromisos. Este caso prueba si Chile realmente garantiza seguridad a sus defensores ambientales.
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**CHILE EN LA MIRA INTERNACIONAL POR FALTA DE PROTECCIÓN A DEFENSORA AMBIENTAL**
Un organismo internacional acaba de llamar la atención a Chile por no proteger adecuadamente a la familia de Julia Chuñil, una dirigente mapuche desaparecida hace exactamente un año. El Comité de Apoyo del Acuerdo de Escazú exigió al gobierno chileno tomar medidas urgentes, tras comprobar que los familiares de Chuñil enfrentan amenazas y hostigamientos constantes.
Esta es la primera vez que este comité pide a un país miembro actuar para resguardar a personas en riesgo bajo el Acuerdo de Escazú. Pablo San Martín Chuñil, hijo de la activista, presentó pruebas al organismo, señalando violaciones graves a la seguridad y los derechos humanos en nuestro país.
Aunque el fiscal nacional Ángel Valencia asegura que hay varias líneas de investigación abiertas, la familia desconfía de la lentitud de los avances. Sus sospechas apuntan al empresario Juan Carlos Morstadt, quien habría tenido conflictos previos con Chuñil.
Desde el Ministerio Público han cuestionado incluso el perfil de Julia como defensora ambiental, argumentando falta de pruebas. Sin embargo, el Gobierno del presidente Gabriel Boric ha reiterado su intención de aclarar los hechos y evitar la impunidad.
Chile ratificó el Acuerdo de Escazú en 2022, comprometiéndose a proteger a activistas ambientales. Pero la realidad es alarmante: solo durante 2023, al menos 20 defensores del medio ambiente fueron amenazados en el país, la mayoría de ellos mujeres.
La comunidad internacional sigue de cerca este caso, que se ha convertido en una prueba clave para medir si Chile cumple o no con el Acuerdo de Escazú. La justicia para Julia Chuñil y la protección de su familia son hoy el termómetro de nuestro compromiso real con los derechos ambientales.