**POR QUÉ IMPORTA:**
Estos cambios diplomáticos afectan directamente las relaciones de Chile con Perú, nuestro principal socio comercial en la región. Las designaciones de figuras cuestionadas podrían tensionar negociaciones bilaterales clave, desde tratados comerciales hasta seguridad fronteriza. En un contexto regional volátil, la estabilidad diplomática peruana incide en nuestra economía y política exterior.
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**REACOMODO DIPLOMÁTICO PERUANO SACUDE A DOS EMBAJADORES CLAVE**
El gobierno peruano realizó una reshuffle mayor en su servicio exterior, removiendo a embajadores estratégicos en medio de fuertes cuestionamientos. La jugada afecta representaciones claves como Naciones Unidas y Estados Unidos, con funcionarios vinculados a causas judiciales y renuncias forzadas.
Hugo de Zela, canciller peruano, lideró los movimientos que incluyen el retiro de Gustavo Adrianzén como representante ante la ONU. Adrianzén llegó al cargo tras dejar la presidencia del Consejo de Ministros perseguido por críticas del Congreso. Su trayectoria incluye pasar por los ministerios de Justicia y Defensa.
Más polémica genera la salida de Alfredo Ferrero de la embajada en Washington. El diplomático está en la mira fiscal por su presunta participación en el escándalo Odebrecht. Investigado por colusión en el caso Eje Multimodal Amazonas Norte, la justicia peruana le embargó propiedades por 28 millones de soles como medida cautelar.
La purga diplomática se extendió a representaciones en Suiza, India, Costa Rica y Finlandia. Solo se salva Luis Iberico, embajador en España ligado a Alianza para el Progreso. Los cambios muestran la volatilidad política en el vecino país, con repercusiones directas para Chile en foros multilaterales y negociaciones comerciales.
