**POR QUÉ IMPORTA ESTO EN 3 LÍNEAS**
La Corte Suprema acaba de echar a una ministra de la Corte de Apelaciones de Santiago por mal comportamiento. Es un hecho histórico que muestra que hasta los jueces deben rendir cuentas cuando no cumplen con la probidad. Esto refuerza la confianza en que las instituciones sí pueden sancionar a quienes abusan de su poder.
—
**CORTE SUPREMA ECHA A MINISTRA POR FALTAS GRAVES A LA PROBIDAD**
SANTIAGO.- En un fallo sin precedentes, la Corte Suprema decidió remover de su cargo a la ministra Verónica Sabaj Escudero, de la Corte de Apelaciones de Santiago. La medida se tomó porque la magistrada tuvo un «mal comportamiento» en el ejercicio de sus funciones, según lo que permite la Constitución.
La investigación contra Sabaj partió en enero de este año y terminó con una sanción previa de cuatro meses de suspensión. Pero el Tribunal Pleno fue más allá y resolvió quitarla definitivamente del cargo.
¿Qué hizo? La ministra fue acusada de pasar información confidencial sobre acuerdos internos del tribunal, comentar tendencias políticas de otros jueces antes de que se resolvieran causas e incluso sugerirle estrategias a un abogado. Todas estas acciones son faltas graves a la probidad y al deber de reserva que debe tener un juez.
La Corte señaló que estas conductas afectan principios claves como la independencia, imparcialidad y transparencia, que son la base de la justicia. Por eso, 13 ministros de la Corte Suprema votaron a favor de echarla, mientras uno se opuso.
El mensaje es claro: nadie está above the law, ni siquiera los jueces. La resolución completa se dará a conocer en los próximos días.