**Por qué importa:**
En un mundo donde las dictaduras siguen oprimiendo pueblos, este Nobel reconoce que la lucha pacífica sí da frutos. Para Chile -que conoce los sabores amargos de la tiranía- es una señal esperanzadora. Nos recuerda que la defensa de la democracia es una batalla global donde todos estamos conectados.
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**Líder opositora venezolana gana el Nobel de la Paz 2025 en histórico reconocimiento a la resistencia democrática**
OSLO.- En una decisión que resonó en todo el planeta, la opositora venezolana María Corina Machado recibió este viernes el Premio Nobel de la Paz 2025, transformándose en el símbolo mundial de la lucha por la libertad en su país. El galardón llega como un balde de agua fresca para millones de venezolanos que llevan años sufriendo crisis y autoritarismo.
La noticia le llegó por teléfono directamente desde Noruega. Minutos antes del anuncio oficial, el director del Instituto Nobel, Kristian Berg Harpviken, la llamó para darle la histórica noticia. En la conversación -que después se hizo pública- se escuchaba a Machado con la voz quebrada por la emoción, repitiendo «¡Gracias, gracias!» entre susurros incrédulos.
Pero la líder opositora fue clara: este premio no es solo para ella. «Es un logro y reconocimiento para todo el pueblo venezolano», declaró Machado, dejando en claro que se siente una representante de la resistencia ciudadana. «Aunque soy solo una persona, este reconocimiento pertenece a todos», añadió con humildad.
El Comité Nobel explicó que eligió a Machado por su «incansable labor en promover los derechos democráticos del pueblo venezolano» y su valentía para buscar una transición pacífica hacia la democracia. Es un mensaje contundente al régimen de Maduro: el mundo no es indiferente al sufrimiento del pueblo venezolano.
Pese a la alegría del momento, Machado no se olvida de la realidad. «Aún no hemos llegado allí, estamos trabajando duro para lograrlo, estoy segura de que ganaremos», afirmó con determinación. Sus palabras dejan claro que el Nobel es un impulso, no la meta final. Para los venezolanos dentro y fuera de su país -incluyendo los miles que han llegado a Chile- este premio es un rayo de esperanza en medio de tanta oscuridad.