**¿POR QUÉ IMPORTA ESTO?**
La tensión entre Venezuela y EE.UU. por narcotráfico afecta la estabilidad regional. Cualquier escalada podría impactar las relaciones internacionales y la seguridad en Latinoamérica, incluyendo a Chile. Además, el despliegue militar estadounidense en el Caribe genera alertas sobre posibles conflictos geopolíticos cerca de nuestras fronteras.
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**VENEZUELA ACUSA A LA DEA DE MONTAJE TRAS INCAUTACIÓN RÉCORD DE COCAÍNA**
El ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, lanzó duras acusaciones contra la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos, afirmando que la incautación de 3.692 kilos de cocaína en una lancha –presuntamente de origen colombiano– fue un «falso positivo» orchestrado para incriminar a Venezuela. Según Cabello, los detenidos en el operativo habrían confesado que se trataba de un montaje.
La declaración se da en medio de un récord antidrogas en Venezuela: el gobierno bolivariano asegura haber incautado sesenta toneladas de narcóticos en lo que va del año, la cifra más alta desde 2010. Pero la polémica no para ahí. Cabello insistió en que el objetivo de la DEA era hacer creer que la droga provenía de aguas venezolanas, en un claro intento por dañar la imagen del país.
En paralelo, Estados Unidos ha incrementado su presencia militar en el Caribe Sur, argumentando que responde al narcotráfico desde Venezuela. La flota incluye al menos ocho barcos de guerra, un submarino nuclear y más de 4.500 soldados. Una movida que el presidente Nicolás Maduro calificó como una amenaza a la paz regional y un intento por desestabilizar su gobierno.
La situación pone en evidencia la profunda desconfianza entre ambos países y reactiva el debate sobre el rol de las fuerzas extranjeras en la lucha contra el narcotráfico en la región. Mientras, Chile y otros países vecinos observan con atención cómo se desarrolla este pulso geopolítico que podría tener repercusiones más allá de las fronteras venezolanas.