**¿POR QUÉ IMPORTA ESTE CASO?**
La detención del hijo de una de las máximas autoridades de Carabineros por infracción a la Ley de Drogas tensiona la credibilidad institucional en un momento crítico. La situación expone el delicado equilibrio entre la vida privada de los altos mandos y su responsabilidad pública. Además, podría impactar la proyección de la primera mujer en aspirar a la dirección general de la institución.
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**DETENCIÓN DE HIJO DE GENERAL DE CARABINEROS AGUDIZA CRISIS INSTITUCIONAL**
*Por Claudia Molina B. | FACTOS*
SANTIAGO.- La general María Teresa Araya, directora nacional de Apoyo a las Operaciones de Carabineros, enfrenta un escenario complejo tras la detención de su hijo por infracción a la Ley 20.000 (tráfico y microtráfico de drogas). El hecho ocurrió el 3 de septiembre en Las Condes, en un procedimiento realizado por la 47ª Comisaría de Los Dominicos.
Carabineros confirmó el caso mediante un comunicado, señalando que «todos los antecedentes fueron puestos a disposición del Ministerio Público». Sin embargo, el silencio del ministro de Seguridad, Luis Cordero –quien fue informado el 5 de septiembre– ha generado expectación en círculos políticos y policiales.
La situación adquiere relevancia pública por el cargo de Araya, quien hizo historia en 2023 al convertirse en la primera mujer en alcanzar el grado de inspector general, posicionándose como potencial candidata a general directora. Su liderazgo se desarrolla en un contexto institucional frágil, marcado por denuncias de corrupción y pérdida de confianza ciudadana.
Expertos en ética pública advierten que, aunque no existe responsabilidad legal directa de la general por los actos de su hijo, el caso afecta la percepción de probidad en la cúpula policial. La falta de transparencia en el manejo comunicacional del incidente podría intensificar las críticas hacia Carabineros, especialmente considerando la naturaleza del delito involucrado.
El desenlace judicial y la respuesta oficial –o falta de ella– serán clave para definir no solo el futuro de Araya, sino también la capacidad de la institución para demostrar coherencia y accountability en medio de la crisis de legitimidad que atraviesa.
