**Por Claudia Molina B. | FACTOS – Columna de Opinión**
### ¿Por qué importa esto?
La libertad de prensa es el pilar de toda democracia real. Sin ella, la ciudadanía queda a oscuras, sin información veraz ni capacidad de cuestionar al poder. Lo que hoy pasa en Argentina no es lejano: las amenazas a periodistas y el cierre de medios son señales de alerta que pueden repetirse en cualquier país, incluido Chile. Defender la prensa libre es defender nuestro derecho a saber.
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### La situación: Censura y ataques a la prensa en América Latina
Argentina vive horas críticas. El gobierno de Javier Milei avanza en una estrategia de silenciamiento hacia medios y periodistas: desde la prohibición judicial de difundir audios de su hermana Karina Milei, hasta el cierre de la agencia estatal Télam y la exclusión sistemática de voces críticas en actos públicos. No se trata de hechos aislados, sino de una tendencia regional.
En México, según organizaciones como Artículo 19, el acoso judicial se ha convertido en la nueva forma de censura. Solo en los últimos seis meses, más de 50 periodistas han sido intimidados mediante demandas o procesos legales abusivos. Algo similar ocurre en Nicaragua y Venezuela, donde el exilio y hasta el asesinato de comunicadores son prácticas documentadas.
Expertos alertan que el poder ahora busca desprestigiar a la prensa para generar autocensura. Cuando un medio o periodista es constantemente atacado, la ciudadanía puede comenzar a dudar de todo, incluso de lo verdadero. Es una manera solapada de controlar el relato público sin necesidad de prohibir directamente.
Frente a este escenario, FACTOS expresa su apoyo solidario a los colegas argentinos y de toda la región que resisten con profesionalismo y valentía. La defensa de la libertad de expresión no es un tema solo de periodistas: es una causa ciudadana. Donde se acallan las voces de la prensa, pronto se silencian también las de la gente.
